Acercaos más, que os voy a contar una historia. Pero no una historia cualquiera, es una historia basada en HECHOS REALES. Sí, como las películas de la sobremesa. No, no podéis usar la historia para dormir como hacéis con esas películas.
Todo comenzó como suelen comenzar estas cosas. Él empezó un proyecto, un gran proyecto con el que se sentía muy ilusionado. Pasó sus horas diseñando, escribiendo, redactando, corrigiendo, recortando, encajando, programando, contraprogramando y todo fue bien.
Cuando su proyecto vio la luz sabía que su trabajo realmente acababa de empezar, que nunca terminaría, que era como una bicicleta en la que nunca puedes dejar de pedalear o se detiene. Y así hizo.
No esperaba grandes parabienes, era una persona modesta. Pero modesta de verdad, no de las que dicen que no merecen alabanzas cuando las ansían con locura. No esperaba escuchar "¡Qué bueno, tío!" si no que más bien esperaba "¿Pero qué mierda has escrito?". Lo que no esperaba era no escuchar nada.
Y siguió trabajando, sin saber si lo hacía bien o mal. Si gustaba o no lo que hacía. Porque no oía nada. reía en lo que hacía así que siguió adelante. Pero pasó lo que suele pasar, que la carga del temido Mundo Real le aplastó y cada vez tenía menos tiempo y ganas de trabajar. Además no sabía si lo que hacía llegaba a alguien. ¿Le gustaba a alguien lo que hacía? ¿Servía de algo el esfuerzo? Al final acabó dejándolo.
Y algo murió.
Aunque esto lo he escrito porque es algo que me ha sucedido personalmente, y varias veces porque soy muy cabezón y lo sigo reintentando, es algo que veo habitualmente y me parece un problema. Y no sólo en el ámbito del "bloggin" si en tantos y tanto ámbitos de la vida.
Los humanos somos seres sociales, necesitamos de otros similares a nosotros para sentirnos completos. Por más que muchos nos definamos como "solitarios" o "asociales" no podemos evitar sentir la necesidad de que tenemos el apoyo de otros. Venga este en la forma en la que venga.
Cuando hacemos algo esperamos una respuesta, algo que nos indique si lo hemos hecho bien, si lo que hemos hecho merece la pena, si necesitamos mejorar, cuales son las cosas que hacemos bien y cuales no. ¿Por sentirnos realizados por hacer las cosas bien? Pues sí, tiene mucho de esto pero también porque para mejorar tenemos que saber que estamos haciendo las cosas mal, porque necesitamos que alguien nos señales nuestros fallos para poder corregirlos.
Y eso falla mucho.
¿Cuantas veces le decís a vuestra madre/padre/pareja/hijo/hija que la comida que os ha preparado está buena? ¿Cuantas veces le habéis dicho que tendría que echar más sal pero que por lo demás es deliciosa? ¿Cuantas veces le decís a un escritor que lo que ha escrito es basura y debería reescribirlo? ¿Cuantas veces habéis agradecido a un blogger que escribiera algo simplemente pulsando un "Me gusta"?
Sospecho que realmente pocas veces, como todos.Y yo me incluyo, que conste.
Remitiéndome al apartado de los blog, de las páginas web y demás, siendo normalmente un trabajo no remunerado la única satisfacción real que tienes es saber que hay alguien ahí, en algún lugar que lee lo que escribes. Y sabes que lo lee no porque tu medidor de visitas diga que ha entrado a leerlo, si no porque recibes alguna respuesta, un "me gusta" o un "vaya mierda has escrito". Que todo es válido.
Otra cosa es que muchas veces no criticamos lo que no nos gusta porque no merece el esfuerzo. Y tiene sentido, con la cantidad de oferta que hay me da igual ayudar a que los contenidos de un sitio mejoren, si no me gustan me voy a otro. Perfectamente comprensible. Y además hay mucha gente a la que los comentarios negativos le ofenden y los borran o los bloquean. Y hay mucho troll que sólo quiere joder, también. Y hay muchas razones para no comentar aquello que no te gusta. Y sólo una (buena, que malas hay más) para hacerlo, ayudar a que quien escribe mejore.
Que ya sé que es una pataleta y me da igual. Es mi blog y me lo crujo como quiero.
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