Continúa la serie francesa de Conan en su publicación por Planeta Comics, con ya su octavo volumen.
La historia nos sitúa en la frontera del reino de Vendhya, donde el monarca Bhunda Chand muere, atacado por una siniestra brujería, dejando a su hermana, la Devi Yasmina dispuesta a hacer cualquier cosa para detener a los hechiceros responsables, el pueblo del círculo negro del título. Y esa cualquier cosa incluye buscar la ayuda forzada de Conan, unaventurero que se ha convertido en jefe de bandidos en la remota frontera. Una serie de encuentros, desencuentros, combates y escapes lleva a los personajes por una variedad de situaciones hasta finalmente enfrentarse a brujería en la fortaleza de los hechiceros.
La ambientación en el equivalente de la frontera norte India al mundo hiborio, situándolo en una región no descrita en su mapa original o en su estudio sobre la Era Hiboria muestra perfectamente la estrategia de Howard para utilizar su mundo fantásico como una forma de insertar aventuras muy próximas a las que podrían tener lugar en la novela de aventuras histórico, pero permitiendo una libertad de movimientos mayor.
Me llama la atención que Yasmina no se haya unido al panteón de grandes personajes femeninos de Conan, ya que podría ser un magnífico ejemplo de un personaje fuerte que mantiene su independencia de los planes de Conan durante todo el relato. Sin ser una gran luchadora (y quizás aquí esté el motivo de su olvido), su valor y su determinación no deja lugar a dudas. El final del relato, que el cómic reproduce en esencia casi perfectamente, hace a los dos personajes separarse aún como enemigos, pero respetuosos de las habilidades y valores del otro.
La historia apareció originalmente en tres números, entre septiembre y noviembre de 1934, de Weird Tales. El número de septiembre le dedica la portada, con una típica ilustración de Margaret Brundage. Las ilustraciones interiores, de los tres números recaen en Hugh Rankin, que hace tres ilustraciones en las que (como en la portada) domina la figura de Yasmina, enfrentada a distintos peligros con cara de susto. Por supuesto se adaptó dos veces por Marvel. Una vez en 1977, en la Espada salvaje de Conan #16-19, con guion de Roy Thomas, dibujo de John Buscema y entintado de Alfredo Alcalá, y una segunda con textos de Fred Van Lente y dibujos de Ariel Olivetti (con unos efectos y textura combinando elementos pintados y fotográficos-digitales, que produce efectos verdaderamente extraños, que no me terminan de funcionar en esta historia).
Personalmente es el volumen de esta colección en el que el dibujo menos me ha gustado, quizás el acabado como si se tratara de bocetos a lápiz coloreados, produce un efecto que no funciona para mi, con los valores de color y línea a veces no los suficientemente destacados para dar presencia al dibujo y distinguir los elementos y las sombras entre si. Sin embargo, pese a que personalmente no me haya gustado al dibujo, parece interesante el uso de distintos códigos narrativos para ofrecer nuevos acercamientos al material. La influencia de la tradición narrativa del manhwa, con similitudes lógicas con el manga japones, es notoria, tanto en la concepción del diseño de personajes como en la planificación de la acción y los encuadres elegidos.
Tampoco el guion de Sylvian Runberg me ha impresionado particularmente. El uso excesivo de textos de apoyo, a menudo redundantes y citando más o menos literalmente el relato original, parece una solución bastante tosca para mantener la narrativa. La principal diferencia estructural es que, mientras el relato de Howard se abre directamente con la enfermedad del rey, y Conan tarda varias páginas en aparecer, el cómic inserta una escena inicial de un par de páginas de pura acción, con Conan comandando a sus bandidos.
En definitiva la adaptación más pobre, hasta el momento al menos, de esta colección, un resultado bastante limitado frente a un relato original mucho más interesante.
Puntuación: 5/10
Red de Rol
via Aventuras Extraordinarias
February 17, 2025 at 04:24AM