martes, 3 de septiembre de 2024

Probando GURPS 4th

Probando GURPS 4th

 El año pasado tuve oportunidad de unirme a una campaña con un grupo con un grupo. Hacía ya tiempo que había dejado de jugar con ellos (incompatibilidad de carácter con el de otra persona que ocasionalmente formaba parte del grupo), pero el caso es que se presentó la ocasión para unirme a una campaña. Comenzada no hacía demasiado y que resultaba estar ambientada en Ravenloft. Usando las reglas de GURPS.

No es que fuese la primera vez que jugaba a algo con el Generic Universal Role Playing System, pero hacía ya veinte años desde la última vez, cuando todavía vivía en Madrid. Y por aquel entonces fue con la tercera edición, la misma que más mal que bien, publicó La Factoría en España. 

Ahora, en cambio, se trataba de la más reciente edición -lo de reciente es un decir, fue publicada como cosa de un año después o así después de mi últimas experiencias con el sistema, ha llovido desde entonces- la que estaba sobre la mesa. El Director de Juego es alguien que había mascullado durante tiempo la idea de utilizar el sistema en alguna ocasión. Cuando lo hizo descubrió que ese sería su sistema de cabecera, según me contó. Ahora casi todo lo que dirige lo hace con GURPS.

La campaña resultó, en casi su totalidad, sumamente satisfactoria. De hecho, la mejor que he jugado en mucho tiempo. Disfruté de los acontecimientos que se iban desarrollando frente a nuestros personajes, y también de mi propio PJ, un avezado espadachín, borracho y aventurero -de manual, vamos-, con el que tuve unos cuantos momentos de gloria. La ambientación se basaba en la que se publicó para la tercera edición de D&D, por el sello que White Wolf montó para esas cosas, así que la cosa no iba tanto de historias de terror gótico como de intrigas políticas. Y es que la sombra del Mundo de Tinieblas es alargada. Pero aun así. Me divertí, y mucho, desde el principio hasta casi el final de la campaña, que tuvo lugar casi a mediados de este año.

El sistema de juego no tuvo un papel menor en el disfrute de la campaña. GURPS tiene una cierta fama de complejidad, a menudo inmerecida, no tanto en algunas cuestiones. La principal a mi juicio, la creación de personajes, que puede resultar abrumadora en una primera toma de contacto. Y es que son muchas opciones. Es posible plasmar casi cualquier cosa con este sistema (dentro de unos límites, individuos absurdamente poderosos, nivel superhéroes, no van a quedar demasiado bien en un sistema que a priori no fue diseñado para soportar semejantes mostrencos), pero es necesario tener un buen conocimiento del sistema para poder hacerlo bien, para que la hoja de personaje refleje lo que se tiene en mente.

Esto no es exactamente lo mismo que el diseño de combos al que otros sistemas de juego parecen invitar. En GURPS hay multitud de habilidades, y una cantidad aún mayor de ventajas y desventajas con las que dar forma al concepto que uno tenga en mente. Y puede que se requiera más de un libro para ello, como en el caso de mi espadachín, que usaba el manual de personajes y el dedicado a las artes marciales. Para la campaña en su conjunto, creo que el Director de Juego utilizaba también el dedicado a la fantasía y otro para la magia.

En fin, el caso es que no me hice personalmente mi personaje. El DJ me preguntó con qué quería jugar, yo le di una descripción de lo que quería y en la primera sesión me presentó una hoja de personaje impresa, realizada con algún programa específico para esto (Por cierto, un PJ realizado con 150 puntos, una cantidad no excesiva pero algo por encima de lo que suele ser un individuo normal, me parece). En casi todo plasmaba bien lo que tenía en mente. Yo mismo no podría haber preparado un personaje así, no sin haber podido repasar durante unos días los manuales pertinentes para ir haciéndome una idea. Con el tiempo podría dominar el sistema, pero nada más comenzar parece un peldaño bastante alto.

Y es que el sistema tiene una curva de aprendizaje más bien pronunciada. GURPS es de esos juegos que premia el conocimiento del sistema. De nuevo, no como en esos juegos en los que uno dice que juntando tal y cuál rasgo/poder/dote con este otro y haciendo esto y aquello resulta que tienes un combo letal. Aquí se trata más bien de dominar la dinámica del sistema, saber qué opciones resultan más adecuadas para según qué situaciones. Cuándo arriesgar y cuándo ser prudente.

Con mi espadachín pude comprobarlo de primera mano. Los combates tienen un alto componente táctico, con sus arremetidas, paso atrás para defenderse, empleo de la fatiga para potenciar un ataque, diversos métodos posibles de defensa, localizaciones de impacto a las que se puede apuntar, y un largo etc. Y a eso debía sumarle las maniobras de esgrima, de las que en ocasiones resulta difícil discernir cuál es el momento adecuado para su uso. En la ocasión correcta pueden decidir la lucha, utilizarlas erróneamente puede llevar al desastre. Pensándolo en retrospectiva, un espadachín quizá no fue la opción más sencilla que podría haber elegido. Pero qué más da, al cabo de un tiempo le pillé el tranquillo y llegué a desenvolverme bastante bien. Llegado este punto, los duelos de esgrima -o de cualquier tipo de artes marciales- se vuelven bastante interesantes con estas reglas.

El juego es letal, pero quizá no tanto como yo recordaba. O tal vez sí, que ya he dicho que fue veinte años atrás desde la última vez que jugué. El caso es que, de forma similar a otros juegos, como Mythras, es mucho más probable que un personaje quede incapacitado para seguir combatiendo antes que estirar la pata instantáneamente. Por lo que pude experimentar, los mayores riesgos provienen de las hemorragias provocadas por armas de filo, y de las armas de fuego, potencialmente mucho más destructivas (y hablamos de mosquetes de chispa, no de armas modernas). El agravamiento de las heridas hace que los caídos desatendidos pierdan la vida rápidamente, y en más de un caso se puede llegar a un punto en el que sabes que ya no hay remedio, que probablemente sea mejor caer luchando porque de esta ya no se sale.

Como mi personaje carecía de capacidad mágica alguna, no tuve ocasión de probar ninguno de los sistemas de magia contenidos en el juego. Además, no usábamos el que aparece por defecto en el manual de personajes. Vamos, que cuando alguien del grupo caía herido llamaba a la maga, igual que cuando necesitaba que el filo de su arma quedase imbuido de poder mágico para poder dañar a ese puñetero hombre lobo.

Simulacionista como pocos -o quizá ninguno-, GURPS es un juego en el que puedes esperar resultados verosímiles en todo aquello que emprendas. Hay espacio para molarse un poco, pero son sobre todo reglas con los pies en la tierra. En este sentido supera incluso a Mythras, tanto en los aspectos positivos como en los negativos, a mi juicio y para alguien con mis gustos. Lleva el simulacionismo más lejos y con más detalle, y de una manera que resulta casi imposible de refutar o discutir; todo parece estar perfectamente razonado. Pero a la vez, resulta algo abrumador e intimidante. Sobre todo a la hora de plantearse dirigir con este sistema, algo que a estas alturas no me veo haciendo.

Como jugador, sin embargo, la experiencia resultó ser, como menciono al principio, de lo mejor que he jugado en años. Una experiencia que me gustaría repetir en cuanto disponga de la oportunidad.





Red de Rol

via MUNDOS INCONCLUSOS

September 3, 2024 at 05:40PM