sábado, 11 de marzo de 2017

Cómo crear personajes femeninos sin meter la pata

Cómo crear personajes femeninos sin meter la pata

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Tauriel

Dado que el miércoles 8 de marzo  fue el día internacional de la mujer, no podía faltar un artículo dedicado al género femenino en esta página. Hoy, sin ánimo de crear polémicas, vamos a hablar de las  chicas, independientemente de la raza, ya que en los mundos fantásticos tienen cabida muchas realidades diferentes a la nuestra. Lo que vamos a ver aquí es, sobre todo, un acercamiento psicológico a personajes «humanizados» y no una tesis doctoral.

A veces los autores masculinos tienen algunas dificultades para situar a sus personajes femeninos en un contexto adecuado y existe el riesgo de terminar degenerando en una especie de mala imitación de lo que es una verdadera mujer, más por falta de conocimiento existencial de lo que es estar en esa mitad de la población mundial que por otra cosa. Evidentemente, a las mujeres también les cuesta ponerse en la piel del sexo opuesto, pero ellas han sido dotadas por la madre naturaleza con las herramientas psicológicas necesarias para superar ese obstáculo, con más o menos acierto. A veces, incluso con nota.

Desde el punto de vista de los expertos, las diferentes maneras de ser y de pensar de hombres y mujeres tienen mucho que ver con el modo en el que nuestra especie ha ido mezclando evolución y cultura. Biológicamente hablando, los machos de los mamíferos suelen estar físicamente más desarrollados que las hembras, a la par que son más proclives a la acción pura que sus compañeras. Para ello hay una buena razón, pues la naturaleza tiene previsto que compitan entre sí por demostrar quién es el más fuerte o el más ágil. Esto mismo hizo que se dedicaran a la caza y a ser los «proveedores» del clan. ¡A cazar mamuts, muchachos!

En cambio, las hembras de los mamíferos suelen estudiar a los machos y eligen al más capacitado para perpetuar la especie, sobre todo mientras ellos se están zurrando de lo lindo sin enterarse de nada. En los seres humanos, además, el dominio del lenguaje no verbal por parte de la mujer tiene un peso importante, pues no en vano deberá cuidar de las necesidades de una o varias criaturitas que siempre tienen hambre y que no tienen ni idea del lenguaje hablado. También fueron las primeras que organizaron grupos para recolectar frutos y plantas mientras los hombres corrían delante de los lobos y detrás de los mamuts, lo que las convertiría en perfectas organizadoras con un amplio dominio de los colores y sus tonos (esencial saber si un fruto verde produce diarrea o no).

Todas estas razones biológicas (no voy a entrar en las culturales, pues ya sabemos que las cosas no han sido siempre felices para nuestras chicas y, por desgracia, siguen sin serlo todavía) llevan a ver el mundo desde puntos de vista diferentes, lo que conlleva distintas maneras de actuar y muchos quebraderos de cabeza desde los tiempos de las cavernas.

Cómo desarrollar personajes femeninos

Para evitar los estereotipos, podemos dar unas pautas para desarrollar personajes femeninos más o menos creíbles:

1) Las chicas macizas en cota de malla sexy no tienen futuro: esto es un estereotipo machista que ha dominado el panorama de la fantasía desde sus inicios y que ha sido (y es) el motor de la industria dedicada al consumidor masculino. En general, nadie va por ahí luciendo palmito para que le den un estacazo. Las armaduras se diseñaron para cubrir, no para mostrar.

2) La intuición femenina existe: ya hemos mencionado que no es más que una adaptación, lo cual es una gran ventaja. Se calcula que en una conversación entre mujeres, la mayoría de la comunicación es no verbal, lo que hace que los hombres (toscos y directos) que las acompañan se pierdan un alto porcentaje de la información que pasa por delante de sus ojos. Un personaje femenino es observador y detallista, lo cual se traduce en sus hábitos y en la manera de vestir, entre otras facetas.

3) Cuidan los detalles: la propia capacidad intuitiva de los personajes femeninos hace que su vivencia sea mucho más amplia que la de los masculinos, lo que repercute en el modo de almacenar los recuerdos y percibir los sentimientos ajenos. Podemos decir que son más empáticas que sus colegas del sexo opuesto. Esto también afecta al modo de entender la estética, ya sea en la vestimenta como en la decoración.

4) Aportan soluciones indirectas: a esta manera de procesar la información se la denomina pensamiento lateral y es una manera de enfocar los problemas desde una perspectiva que no es la más directa. Los hombres tienden a pensar en línea recta (de nuevo, el cazador), cuando a veces lo mejor no es romper el muro sino rodearlo.

5) No son débiles: de nuevo, el estereotipo machista ha dominado el pensamiento durante siglos, cuando la realidad es que biológicamente no hay ninguna diferencia en cuanto a capacidades físicas, tal y como empiezan a demostrar ciertos estudios. Ciertamente, la masa muscular de los hombres es mayor (¡diseñados para el combate y los cabezazos, oiga!), pero el cuerpo de la mujer lo compensa con una gran coordinación y, no nos engañemos, con una mayor resistencia al dolor y al cansancio. De hecho, su esperanza de vida es mayor que la de sus compañeros. En cuanto a la masa muscular, es algo que se consigue con entrenamiento. La mitología está llena de diosas guerreras, así que no son un oponente despreciable.

6) No son tontas: esto ni debería estar recordándolo, pero seguro que hay algún antropopiteco que piensa que las mujeres se encuentran en un estado intelectualmente inferior o algo parecido. Nada más lejos de la realidad, para disgusto de alguno. De hecho, el pensamiento lateralizado hace que sean capaces de aportar soluciones nuevas a problemas viejos, lo que indica más bien lo contrario.

7) Son creadoras de vida: tanto si tienen descendencia como si no, su carácter protector hace que enfoquen el mundo de las necesidades de una manera diferente a la de los hombres. Esto mismo es la fuente de inspiración de todo tipo de diosas de la fertilidad y la naturaleza desde que el mundo es mundo. Igualmente, ese poder también es la base de todo lo contrario, como las diosas de la muerte en multitud de culturas (de hecho, he escrito «la» muerte, lo cual también es femenino), ya que el origen de la vida y su final están irremediablemente unidos.

Estas serían, por encima, algunas de las cosas que habría que tener en cuenta a la hora de crear o de interpretar (en los juegos de rol) a los personajes femeninos. Por supuesto, que se trata de generalizaciones y que puede haber muchas variaciones, pero es una buena guía para empezar. Si quieres disfrutar, te recomiendo que leas cualquiera de los libros de la escritora Matilde Asensi, porque seguro que te van a encantar sus personajes. Otra autora que te recomiendo es Rosa Montero. Sus dos novelas de ciencia ficción (Lágrimas en la lluvia y El peso del corazón) están repletas de personajes femeninos no estereotipados que seguro sabrás apreciar.

Por lo demás, tengo que dejaros. Esta semana iba a hablar un poco más acerca de cómo está estructurado Hijos de la destrucción, pero he preferido rescatar este artículo del cajón en una ocasión tan especial. Lo dicho: felicidades a todas las mujeres, guerreras o no, de vuestros mundos fantásticos.

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Nos leemos...



(Imagen: Tauriel, de la película El Hobbit, un viaje inesperado, de Peter Jackson)




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March 10, 2017 at 10:31PM