Siempre tengo un buen montón de proyectos en lista de espera, preparados para salir disparados en cuanto creo que están listos. Esto algo que no puedo evitar, como el árbol que da frutos cada temporada, que tampoco puede evitarlo. Simplemente sucede y ya está. A veces, hay alguna parada repentina, pero es más por saturación que por cualquier otra cosa. Como en las cafeteras y las lavadoras, a veces me toca apagar el cerebro y desatascar el filtro.
Entre estos proyectos hay muchos librojuegos, gran parte de los cuales ya están escritos, esbozados o empezados, los cuales se encuentran durmiendo en su cajón a la espera del tiempo de la maduración. Pues bien, el tiempo de madurar ha llegado y, poco a poco, van saliendo de su estado de hibernación.
Uno de esos proyectos era una idea a medio desarrollar, la cual empezó a concretarse en forma de un relato corto que iba a estar destinado a ser un microdédalo. Sin embargo, resulta que soy un escritor muy orgánico, de modo que suelo permitir que las cosas crezcan a su ritmo (por suerte, tengo otro trabajo que paga las facturas) y que normalmente no sabe muy bien cómo van a terminar sus historias ni qué va a ser de sus protagonistas. En cierto modo, es lo que me parece más divertido de esto, ya sea escribir, hacer un guión de rol o dirigir una sesión de juego con mi grupo de jugadores predilecto.
Para cuando tenía acabado el primer borrador (ese que no suele servir de mucho) me di cuenta de que no habría sitio en la hoja de papel de un microdédalo para todo lo que había escrito y pensé «¡Qué demonios, vamos a cortarlo!», así que me puse a recortar lo que parecía sobrar, una escena aquí, un diálogo allá, hasta hacer algo más manejable. Llegó la hora de repasar lo recortado y comprobé que el resultado no me satisfacía. Por primera vez, me sentía mal podando el seto que yo mismo había sembrado, así que decidí dejarlo como estaba y ver a dónde me llevaba.
Así nació la idea que dio lugar a un nuevo proyecto, el cual ya está en la recta final y que espero poder compartir muy pronto con aquellos que me seguís, así como con los que todavía no lo hacen: una historia interactiva de ciencia ficción al más clásico estilo, una space opera como debe ser, con una ambientación propia que lleva gestándose desde 2012 y que iré desvelando más adelante en esta misma página.
Toda una aventura, en el más amplio significado de la palabra, que tendremos aquí muy pronto. De momento, nos leemos.
Imagen: Sci Fi Wallpaper. autor desconocido (http://ift.tt/1SQG9yv)
Para cuando tenía acabado el primer borrador (ese que no suele servir de mucho) me di cuenta de que no habría sitio en la hoja de papel de un microdédalo para todo lo que había escrito y pensé «¡Qué demonios, vamos a cortarlo!», así que me puse a recortar lo que parecía sobrar, una escena aquí, un diálogo allá, hasta hacer algo más manejable. Llegó la hora de repasar lo recortado y comprobé que el resultado no me satisfacía. Por primera vez, me sentía mal podando el seto que yo mismo había sembrado, así que decidí dejarlo como estaba y ver a dónde me llevaba.
Así nació la idea que dio lugar a un nuevo proyecto, el cual ya está en la recta final y que espero poder compartir muy pronto con aquellos que me seguís, así como con los que todavía no lo hacen: una historia interactiva de ciencia ficción al más clásico estilo, una space opera como debe ser, con una ambientación propia que lleva gestándose desde 2012 y que iré desvelando más adelante en esta misma página.
Toda una aventura, en el más amplio significado de la palabra, que tendremos aquí muy pronto. De momento, nos leemos.
Imagen: Sci Fi Wallpaper. autor desconocido (http://ift.tt/1SQG9yv)
Seguir leyendo en Con Pluma y Píxel